Artículo original: Coconut Oil Warning
El aceite de coco es promovido como un alimento saludable, pero una reciente advertencia de la Asociación Americana del Corazón (AHA = American Heart Association) advierte que el aceite de coco tiene grandes cantidades de grasas saturadas e incrementa el riesgo de afecciones cardiacas
El aceite de coco disfruta actualmente de sus 15 minutos de fama como la popular cura natural del día . Como es típico, esto está basado completamente en mercadotecnia y no en ciencia. Como resultado el público esta vastamente malinformado acerca del efecto neto del consumo de aceite de coco en la salud.
La Asociación Americana del Corazón recientemente publicó una advertencia presidencial en la que discuten todos los aspectos del consumo de grasa y riesgo cardiaco. Aunque es solo una pequeña parte de la advertencia, la sección acerca del aceite de coco está teniendo la mayor atención por la disonancia entre la ciencia y la opinión pública. De hecho reportan que 72% del público, cuando se les encuesta, expresaron la creencia de que el aceite de coco es un «alimento saludable». Esto comparado con 37% de los nutricionistas (Lo cual des afortunadamente indica que un tercio de los nutricionistas no saben de lo que están hablando).
Esta disonancia está claramente dada por el mercadeo del aceite de coco como un alimento natural y saludable. Hay una causa más profunda, originada en las diferencias de interpretación de la literatura científica. Gurus de la salud (Que distinguiré de los nutricionistas basados en ciencia) tienden a interpretar la literatura muy superficialmente. Ellos toman estudios científicos básicos y extrapolan los resultados simplísticamente para efectos clínicos. Tenemos vasta experiencia científica indicando que este no es un acercamiento válido. Tales extrapolaciones simplísticas casi con certeza serán incorrectas. Profesionales basados en ciencia los abordan de una manera diferente: sistemáticamente analizan la evidencia y piensan cuidadosamente lo que de hecho muestra, y lo que podemos o no concluir. Le dan especial validez a los estudios clínicos que comparan directamente intervenciones y resultados clínicos específicos.
También hay un aspcto cínico del mercadeo de curas y productos «naturales». Hay mucho dinero que se puede ganar del mercadeo de curas como el «aceite de víbora», que es el sueño del mercadólogo. Puedes inventar irresistibles afirmaciones de salud basado en débil evidencia e increíbles o simples cadenas de razonamiento, y luego vender productos de baja calidad con altos precios. A veces esto se hace explícitamente, de modo que primero un vendedor se hace de una fuente de alguna nuez o baya exótica, o hasta algún desperdicio o producto alimenticio de baja calidad, algo que pueden comprar por mayoreo con poco valor en el mercado. Entonces manufacturan falsos beneficios de salud de su producto y lo promueven a través de Gurus de la salud y medios felices por anunciar un producto que los hará populares.
A menudo la mala ciencia y mercadeo cínico trabajan sinérgicamente.
Mientras tanto las investigaciones científicas reales pueden tomar años en darse. Toma tiempo realizar el tipo de estudios que de hecho responderá la pregunta de los efectos en la salud. Pero para entonces el público ya ha sido persuadido por el mercadeo. La fama de los antioxidantes sigue siendo fuerte, a pesar del hecho de que la evidencia científica no ha podido probar ningún efecto benéfico de los productos antioxidantes. Pero si el entusiasmo por un producto se desvanece o muestra que no tiene validez, los vendedores se mueven a la siguiente estafa.
Aceite de coco y la salud
Las afirmaciones hechas acerca del aceite de coco, esencialmente lo representa como un cúralo-todo. El primer enlace que aparece cuando Googleo “Aceite De Coco” es de Wellness Mama, quien afirma que:
Estupenda fuente de grasa saludable – Más del 50% de la grasa en el aceite de coco es ácido láurico. De hecho, el aceite de coco es la fuente más rica en ácido láurico luego de la leche materna.
Esto es lo contrario a la verdad. También afirma que el aceite de coco es bueno para la digestión, soporta el sistema inmune y las hormonas, e incrementa la función mental. Otros sitios crédulos repiten las mismas afirmaciones. Hablemos primero de la afirmación de «grasa saludable».
Esta afirmación está basada en el hecho de que el ácido láurico incrementará los niveles de HDL (Lipoproteína de alta Densidad) en la sangre. El colesterol HDL es considerado «saludable» ya que no incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular (CVD). Sin embargo, los datos más recientes muestran (Resumidos en el reporte de la AHA) que solo incrementar el HDL tiene poco efecto benéfico. En su lugar, nos deberíamos enfocar más en el LDL (Lipoproteína de baja densidad) que conlleva riesgo significativo de CVD. El ácido láurico es grasa saturada, y las grasas saturadas incrementan LDL. El ácido láurico específicamente incrementa ambos HDL y LDL, pero esto tiene un efecto neto negativo – incrementa el riesgo de CVD.
Un rápido apartado de bioquímica para aquellos interesados: Los trigrlicéridos tienen una columna de glicerol y tres «colas» de ácidos grasos. Los ácidos grasos tienen una terminación de ácido carboxílico y una cadena larga de hidrocarburo, que es una cadena de átomos de carbono con hidrógeno llenando todos los enlaces abiertos. Un ácido graso saturado está saturado con hidrógeno, lo que significa que todos los enlaces de carbono en la cadena de hidrocarburo son enlaces sencillos, y hay ma máxima cantidad de hidrógeno. Los ácidos grasos insaturados tienen uno o más enlaces dobles entre los átomos de carbono en la cadena, por ende menos hidrógeno. Monoinstaturado significa un enlace doble, y poliinsaturado significa más de un enlace doble.
En general las grasas saturadas incrementan LDL y contribuyen a CVD, mientras las mono y poliinsaturadas no.
De vuelta al aceite de coco: El aceite de coco es 82% grasa saturada, y es por lo tanto una de las peores grasas posibles que puedes consumir. El aceite de palma también es 82% y por consiguiente es también un aceite no saludable para su consumo. En comparación la mantequilla es 63%, manteca de cerdo 39% y la grasa de carne 50%. Así es: el aceite de coco es peor que la manteca. Por otro lado, el aceite de oliva es solo 14% grasa saturada, y el aceite de cártamo es el más bajo con 6%.
La AHA no se detuvo ahí; ellos analizaron siete estudios clínicos que observaron directamente los efectos en los perfiles lípidos que tenía el consumo de aceite de coco. De los siete estudios todos ellos mostraron un incremento en LDL, seis de ellos con importancia estadística. El incremento en LDL fue comparable con el consumo de otras grasas saturadas, como grasa animal. Eso concluye por este motivo, y el hecho de que no hay beneficios probados del consumos de aceite de coco, ellos recomiendan evitar el consumo de aceite de coco como no saludable.
Esta es la recomendación opuesta a la hecha por los Gurus de la salud, porque ellos no entienden la literatura científica y llegan a conclusiones erradas de información parcial.
¿Qué hay del efecto anti-microbial del aceite de coco? Esta es también una afirmación común de los Gurus de la salud, porque muchas cosas matan bacterias en una caja de petri. Esto no significa que tenga efectos clínicos benéficos. Ya discutí la práctica del enjuague bucal con aceite de coco. No hay un beneficio probado para esta práctica, y aunque si aparenta reducir las bacterias en la boca, no lo hace más que cualquier enjuague bucal.
Health Mama y otros gurus afirman que comer aceite de coco tiene un efecto antibiótico. Esto es posible, pero no probado. El aceite de coco podría interrumpir el revestimiento de lípido en algunas bacterias. ¿Pero como es esto benéfico? Si fuera cierto, entonces el efecto primario sería reducir la flora gastrointestinal normal. Esto probablemente sería algo malo.
Es interesante que los gurus de la salud generalmente están en contra de la maldad que es sobre-usar antibióticos, pero recomiendan un antibiótico «natural» para uso regular y afirman que mágicamente será benéfico. Ellos fácilmente invierten su lógica cuando les conviene.
Como todos los productos que afirman acelerar el sistema inmune, o incrementar el efecto antioxidante, o matar bacterias – no funcionan o no quieres que lo hagan. Si de hecho tuvieran el efecto afirmado, es probablemente malo para la salud. No quieres intervenir en la homeostasis normal del sistema inmune, ni quieres indiscriminadamente matar toda la bacteria normal de la flora intestinal. De nuevo esto revela la diferencia entre pensamiento poco riguroso y simple por parte de los gurus, y pensamiento lógico, sistemático y cuidadoso basado en evidencia por parte de los científicos.
El aceite de coco no es un alimento saludable.
La conclusión es que el aceite de coco no es un alimento saludable. Es muy alto en grasa saturada y debe evitarse su consumo en cantidades significativas. Si lo quieres usar por sus propiedades de cocción o porque te gusta el sabor está bien, pero consúmelo con moderación (como todos los deleites dulces o grasosos). Pero que no te confunda el mercadeo engañoso: el aceite de coco no es bueno para Tu salud.
Las otras afirmaciones hechas a favor del aceite de coco no están soportadas por estudios científicos y tienen poco sentido científico. Con tales afirmaciones, la gente suele errar del lado de lo optimista. Sin embargo esta no es una posición racional. Tenemos un siglo de experiencia científica que nos dice que frente a afirmaciones preliminares o especulativas es mejor ser realista que optimista. Los dueños de los casinos también quieren que sus clientes sean optimistas en vez de realistas. Es bueno para su negocio, pero no es bueno para Tu salud (financiera). La gran mayoría de tales afirmaciones resultarán no ser ciertas, y tienes una mucho mayor probabilidad de salir dañado que ayudado al basar decisiones de salud en tal evidencia.